Transforma tu Salud: El Impacto de la Nutrigenética sobre el Cambio de Hábitos Alimenticios

La primera etapa del camino que te llevará hacia un cambio de hábitos efectivo está en reunir y dirigir la fuerza de voluntad necesaria para iniciar el cambio. El segundo, está en encontrar el plan que mejor se apegue a tus necesidades individuales.

Cambiar de hábitos implica una serie de modificaciones en el estilo de vida que abarca el revisar los alimentos que consumimos y su origen; eliminar factores como el alcohol y el tabaco y comenzar a integrar una rutina de ejercicio adecuada.

Por otro lado, el factor que más dificulta la transformación de hábitos en una persona está en los comportamientos que ya están instalados en sus comportamientos automáticos, donde la influencia familiar, sociocultural y económica también inclina la balanza hacia un lado u otro.

La fase de nuestras vidas que más influye en nuestros hábitos alimenticios está en el núcleo familiar, donde por repetición o imposición la educación nutricional va forjándose e instalándose casi de manera totalmente involuntaria.

Sin embargo, la historia se complica un poco más al llegar la adolescencia, donde los cambios corporales, psicológicos y emocionales comienzan a surgir e influenciar no sólo los hábitos nutricionales, sino el estilo de vida entero de una persona.

Además, los alimentos de cada día son momentos que usualmente se comparten en familia y con amistades; nos acompañan al convivir durante la hora de la comida con nuestros compañeros de oficina e incluso en momentos importantes de nuestras vidas como los viajes, bodas y festivales.

La comida es un vínculo que nos une a nosotros mismos y con quienes nos rodean.

Tomando estos factores en cuenta, podemos vislumbrar lo que representa el tratar de adherirnos a nuevos hábitos más saludables, donde ya estamos planteando algo que vá más allá de un cambio estético: es una necesidad crítica para nuestra salud.

Los hábitos que procuramos hoy construyen la vida que nos espera en el futuro y es aquí donde la nutrigenética entra para implementar cambios contundentes para la salud a nivel genético.

Comprender que los genes definen la manera en que el cuerpo responde, también nos ayudará a entender cómo emplea los nutrientes que le damos: desde la manera en que procesamos ciertas grasas en específico, hasta la manera en que metabolizamos vitaminas o los carbohidratos.

Todos podemos recibir los mismos alimentos y bebidas sobre la mesa, pero cada uno de nuestros organismos los procesa de manera completamente distinta.

Por ejemplo, el caso de las variantes del gen NBPF3 o el gen FUT2 están estrechamente vinculados con una menor absorción de la vitamina B6 o B12. Una persona que presenta estas variaciones puede compensar la deficiencia con alimentos ricos en las vitaminas involucradas

Otro caso es el de la variante en el gen MCM6, el cual está vinculado a una forma de intolerancia a la lactosa a raíz de que el cuerpo deja de generar para poder metabolizarla. Esto sucede con el avance de la edad y se manifiesta con gases, diarrea y molestias digestivas pero puede corregirse con la retirada de los lácteos.

Asimismo, existen variaciones del gen GC que tienen una relación muy estrecha con la caída de los niveles de vitamina D en la sangre, la cual es vital para absorber calcio, impulsar la salud cognitiva e incluso actuar contra el cáncer y la psoriasis. La vitamina D se puede generar efectivamente con al menos 20 minutos al día de exposición solar o bien puede reforzarse a través de la alimentación y suplementos.

El futuro de la alimentación personalizada

La nutrigenética es uno de los pilares principales que sostiene a los grandes cambios y desafíos positivos que nos esperan en el ámbito de los hábitos de alimentación.

El acceso a las pruebas genéticas y obtener una interpretación adecuada de los mismos crece día con día de manera exponencial, donde la sinergia entre la educación, la fuerza de voluntad y la asesoría apropiada se reúnen para revolucionar nuestra relación con la comida. 

Descubrir nuevos datos sobre la genética y explorar las alternativas en el mundo de la nutrición también nos ayuda a reformar nuestra mentalidad nutricional: nos convierte en los verdaderos diseñadores de nuestro bienestar, donde cada opción puede transformarse en la pieza final para impulsar el porvenir de nuestra salud.

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