Qué hacer para mejorar tu sistema inmune naturalmente

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El sistema inmunológico es aquel que se encarga de todo lo que quiere hacernos daño, podrías verlo como un perro guardián que cuida del organismo y no lo piensa dos veces antes de ir contra los enemigos que se atrevieron a entrar en nuestro sistema. Todo se puede mejorar y el sistema inmune no es la excepción.

Seguro ya escuchaste varias veces sobre que debemos tener un sistema inmunológico fuerte, tal vez, por ejemplo, las personas a tu alrededor te recomiendan consumir más cítricos en invierno para que no enfermes de gripe, incluso podrías haber escuchado la frase “una manzana al día mantiene al médico en la lejanía”; pero, ¿sabes realmente por qué se dice esto o si es falso y solo se trata de un mito? 

Por ahora, puedo decirte que no es tan fácil como comer una manzana todos los días, es un poco más complejo y en realidad no te mantendrías lejos del médico, sino de la tortura fisica y mental que conlleva el padecimiento de una enfermedad crónica, ya que te explicaré por qué el gozar de buena salud no tiene nada que ver con mantenerte lejos de los profesionales de la salud y, en cambio, esta muy relacionado con el trabajo en equipo entre los expertos y tu.

A partir de aquí presta mucha atención, porque es momento de empezar a hablar sobre un tema complejo: el sistema inmunológico. 

sistema inmunológico

¿Qué es y cómo funciona el sistema inmunológico? 

Este sistema, que también es conocido como sistema inmunitario, se encarga de defender nuestro cuerpo contra invasores sospechosos o peligrosos, como bacterias, virus, hongos, parásitos, células cancerosas, y tejidos u órganos trasplantados. ¿Y cómo es que el sistema inmune reconoce a los invasores? Muy fácil, ya que estos invasores poseen lo que se conoce en términos científicos como antígenos, los cuales son "marcas únicas" reconocibles en la superficie o en el interior de este, y si estos son reconocidos como peligrosos entonces activan una respuesta de defensa que consiste en:

  • El reconocimiento de un intruso potencialmente peligroso

  • Activación e inicio de la defensa contra el intruso

  • Ataque

  • Neutralización del objetivo y fin del ataque

Lo anterior son los pasos de una defensa normal que se esperaría tener siempre que sean necesario combatir una infección o enfermedad, pero pueden haber ocasiones en las que no funciona como se espera. ¿Qué motivos son estos? 

  • Trastorno autoinmunitario: el sistema inmune puede confundirse siendo incapaz de distinguir entre lo que pertenece a nuestro organismo y lo que no, es aquí cuando aparecen las enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario ataca los tejidos sanos de nuestro cuerpo, es decir que nos atacamos a nosotros mismos desde dentro. 

  • Inmunodeficiencia: puede llegar a no reconocer la amenaza o tener una respuesta débil, en este caso es debido a diferentes motivos de salud que le impiden al organismo combatir infecciones y enfermedades.

  • Reacción alérgica: esta es una respuesta que puede parecer sin sentido, ya que se crea una respuesta contra un antígeno extraño, pero que en realidad es inofensivo, y, en consecuencia, tejidos sanos resultan dañados.

El sistema inmunológico funciona gracias al trabajo en equipo de muchos componentes, que pueden ser proteínas, células y tejidos; es tan complejo como eficiente, si se encuentra bien regulado. Entre los principales componentes que brindan apoyo a nuestro sistema inmunológico, tenemos los siguientes.

  • Anticuerpos (inmunoglobulinas): son proteínas que se pegan a los agentes peligrosos (patógenos, es decir, los causantes de una enfermedad), es esta unión lo que envía un aviso al resto de las células inmunitarias para que destruyan a los organismos causantes de la infección.

  • Leucocitos: son los glóbulos blancos que ayudan a combatir los ataques de agentes peligrosos, existen cinco diferentes tipos de leucocitos:

  • Neutrófilos: son los más abundantes, pueden comer y matar bacterias y células sospechosas.

  • Linfocitos: seguro conoces a estas células, existen dos diferentes, linfocitos B y T, el tipo B se encarga de los invasores y el tipo T de las células propias que fueron infectadas.

  • Basófilos: actúan durante ataques de asma o reacciones alérgicas, mediante la liberación de enzimas que pueden degradar al invasor.

  • Eosinófilos: se encargan de los parásitos, infecciones y alergias.

  • Monocitos: además de eliminar los agentes peligrosos, también estimulan la respuesta inmune y elimina las células muertas.

Con el apoyo de órganos secundarios, que atrapan a los agentes sospechosos, los glóbulos blancos se organizan para crear una respuesta inmunitaria específica. 


Los leucocitos no surgen de la nada, su vida empieza en la médula ósea y cuando son requeridos se desplazan por el torrente sanguíneo hasta el sitio donde son requeridos,

Esto es una muy pequeña parte de todo lo que compone al sistema inmunológico, pero es suficiente para darnos una idea de que nuestro organismo hace un gran esfuerzo, y esto es algo que sucede todos los días, nunca tiene descanso.

Estamos en contacto constante con sustancias y microorganismos sospechosos, además de que las células cancerosas no dejan de producirse y es necesario vigilarlas para destruirlas a tiempo, antes de que sean un gran y doloroso problema. 

¡Por eso necesitamos cuidar nuestro sistema inmune!

nutrición sistema inmune.png

¿Qué hacer para MEJORAR el sistema inmune naturalmente?


Las barreras de defensa creadas por el sistema inmunitario son, en la mayoría de las ocasiones, efectivas contra las diferentes amenazas que existen.

Pero toda esta estrategia planeada meticulosamente por nuestro organismo no aparece de la nada, necesita energía para funcionar al igual que nosotros, de lo contrario la recuperación a enfermedades es más lenta y la susceptibilidad a enfermarse por infecciones es mayor, pero ¿Cómo lograrlo?:

nutrición sistema inmune

Alimentos funcionales

Para asegurar una buena salud del sistema inmune se necesita de “micronutrientes”, es decir, vitaminas y minerales que pueden ser encontrados en los alimentos, aquí es donde entran los alimentos funcionales, que además de nutrirnos también aportan un efecto beneficioso para la salud.

Algunos de los beneficios del consumo de alimentos funcionales son el equilibrio de la microbiota intestinal, regulación del tránsito intestinal, desarrollo de inmunidad a ciertos agentes que producen enfermedades, reducción de la resistencia a la insulina, mejoran el rendimiento físico y la regulación del estrés emocional e incluso ayudan a reducir el apetito.

Los micronutrientes más importantes son:

  • Vitamina A

  • Vitamina B6

  • Vitamina B12

  • Vitamina C

  • Vitamina D

  • Vitamina E

  • Folato

  • Hierro

  • Zinc

  • Cobre

Son muchas vitaminas y minerales importantes, lo que hace sorprendente el que podamos encontrarlos todos en diferentes alimentos, para que sea todo más claro a continuación hay algunos ejemplos:

La vitamina C es conocida por brindar al sistema inmunológico un gran apoyo, es por esto que se recomienda consumirla con más frecuencia en la época de las infecciones respiratorias, sin embargo, no evita que te enfermes, pero sí reducirá el tiempo o los síntomas de un resfriado, así que no olvides consumirla con mayor frecuencia durante el invierno.

Los cítricos son los frutos más conocidos como una fuente de vitamina C, entre ellos se encuentra el limón, naranja, toronja, mandarina, entre otros; pero la vitamina C también se encuentra presente en fresas, papaya, kiwi, mango, pimientos y tomate.

La vitamina D nos aporta muchos beneficios como luchar contra enfermedades e infecciones, y aún así una gran parte de la población tiene deficiencia de vitamina D, por lo que es frecuente que estas personas sufran de infecciones. E incluso esta vitamina combate contra la inflamación, es por esto que es capaz de ayudar a las personas con enfermedades como artritis, lupus, síndrome del colón irritable; es decir, todas aquellas enfermedades en las que uno de los síntomas es inflamación.

¿Dónde puedes encontrar esta vitamina? En pescados como salmón, anchoas y sardinas; también en el huevo, cereales, leche y el sol (le dice a tu cuerpo que debe recordar producir vitamina D). 

Por otra parte, se encuentra el mineral zinc, un nutriente que también lucha contra las enfermedades respiratorias y que el cuerpo necesita para continuar funcionando, en algunos estudios han observado que consumirlo al inicio de una enfermedad ayuda a una recuperación más rápida.

El zinc lo podemos encontrar en carne y lácteos con poca grasa, mariscos, huevo, tofu, nueces, lentejas y frijoles.

También se encuentran los probióticos, microorganismos vivos beneficiosos, son otra forma de mejorar el sistema inmunitario de forma natural, ayudan a mantener una buena salud y que algunos estudios han encontrado que se obtienen beneficios similares a los de las vitaminas anteriores, es decir, que te ayuda a no sufrir por tanto tiempo con una enfermedad.

Algunos ejemplos de alimentos con probióticos son el yogurth, kéfir, chucrut, algunos quesos (mozzarella, cottage, gouda), entre otros.

Y, por supuesto, no hay que olvidar beber agua, mantenerse hidratado también ayuda al sistema inmunitario a mantener sus barreras contra las amenazas externas.

Suplementación

Los suplementos alimenticios pueden ayudarnos si padecemos de una deficiencia de un nutriente específico que impida el funcionamiento óptimo de las defensas del cuerpo, pero aunque resultan de gran ayuda pueden ir en nuestra contra si su consumo no es supervisado por un profesional de la salud.

Si no hay una deficiencia no habrá una respuesta y si hay un consumo elevado pueden llegar a ocasionar síntomas como dolor abdominal, diarrea y náuseas.

ejercicio y sistema inmunológico

Actividad física

Una actividad física y ejercicio regular activan el metabolismo y reducen el estrés, por lo que el sistema inmune se vuelve más fuerte y se reducen considerablemente los procesos de inflamación, que en consecuencia permite al sistema inmunitario concentrarse en combatir las infecciones.

Además, ejercitarse también reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y demencia.

Vacunación

Las vacunas no pueden faltar en un estilo de vida saludable, son las que entrenan a toda esta compleja maquinaria de células defensoras.

Y la razón de que en ocasiones debes vacunarte más de una vez contra el mismo virus es debido a que cambia, y para que el sistema inmune pueda reconocerlo debe estar actualizado para que pueda enfrentar a las nuevas amenazas de forma más rápida y eficiente.

dormir sistema inmune

Dormir adecuadamente

Se ha dicho que el momento más importante del día es el desayuno, pero probablemente esto no sea del todo cierto, el momento más importante del día es la hora de dormir, es el momento en el que todo nuestro organismo descansa y se repara, no permitirle esto y someterlo a una constante falta de sueño se ha relacionado con el aumento de peso, alta presión, depresión y enfermedades neurodegenerativas. 

estrés y sistema inmune

Control del estrés

El estrés no solo es malo para tu mente, sino que también lo es para tu cuerpo, específicamente, para el sistema inmunológico. Someterse a un largo periodo de estrés provoca la acumulación de radicales libres (sustancias que no necesitamos y que pueden afectar nuestra salud) y de cortisol, este último, ataca nuestros glóbulos blancos lo que debilita al sistema inmune.

¿Esto podría ser útil contra COVID-19?

Cuando el virus SARS-CoV-2 ingresa al organismo, el sistema inmunitario debería estar listo para activar una serie de acciones de defensa que se mencionaron anteriormente: el reconocimiento del intruso, activación e inicio de la defensa, ataque, neutralización del intruso y fin del ataque.

Sin embargo, es frecuente que debido a una inmunodeficiencia las acciones de defensa no sean exitosas, de forma un poco más simple, una inmunodeficiencia es una falla en el sistema inmune, y la razón, en la mayoría de los casos, es un estilo de vida poco saludable.

¿Qué es un estilo de vida poco saludable? Todo lo que debilita al sistema inmune: alcoholismo, tabaquismo, sedentarismo, malnutrición, poco descanso, no poder lidiar con el estrés. Así que la respuesta a la pregunta es sí, reforzar el sistema inmune de forma natural también es útil contra la enfermedad COVID-19, esto es lo que marcaba una gran diferencia entre la vida y la muerte antes de que existiera la vacuna contra el virus.


Conclusiones

Entonces, ¿qué recomiendan los expertos para reforzar el sistema inmunológico? Se recomienda un estilo de vida saludable: una alimentación equilibrada y variada, actividad física, mantener una buena higiene del sueño, gestionar adecuadamente el estrés y tener un esquema de vacunación actualizado; si bien la suplementación se recomienda en ciertas circunstancias no se recomienda depender enteramente de esta, así que siempre debes optar por la obtención de vitaminas de forma natural, ya que nada puede reemplazar una buena alimentación.

Si te suplementas cuando no tienes una deficiencia no obtendrás ningún resultado, se ha visto que las vitaminas solo tienen un efecto positivo en el sistema inmune cuando existe una deficiencia, si este no es el caso entonces no sucederá nada. 

Existe la prueba EpigenTest, que permite determinar el estado de tu salud actual, por lo que sabrás con exactitud si tienes un desequilibrio de vitaminas, minerales, antioxidantes o aminoácidos; esta prueba te ayudará a conocer cómo trabajar sobre las deficiencias que podrías presentar y de esta forma mejorar el sistema inmune naturalmente. Haz click aquí para más información al respecto. (https://www.nutriadn.com/epigentest )

Referencias

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Vilaplana, M. (2015). Nutrición y sistema inmunitario. Farmacia profesional, 29(6), 22-25.

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