COVID-19 y microbiota intestinal

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La vida humana se vio comprometida por una infección del virus SARS-Cov-2 (COVID 19), una cepa de coronavirus que nunca se había visto antes. Este virus del que nadie había escuchado, ha cambiado nuestra vida como la conocíamos debido a la pandemia y a las repercusiones que ha tenido en la población alrededor del mundo.

Los acontecimientos que estaban sucediendo nos hizo reaccionar ante una situación de emergencia e investigar sobre él para conocerlo en todo su espectro. Es el suceso más grande de la historia y es nuestra responsabilidad como profesionales de la salud aprender acerca de él y encargarnos de recolectar evidencia científica acerca de este virus y buscar soluciones para mejorar nuestra salud.

Recientemente se publicó un artículo acerca de la relación del COVID-19 con pacientes con problemas en su microbiota intestinal y queremos compartirlo contigo. Microbiota intestinal y alteraciones La microbiota intestinal es el hogar de muchas bacterias que nos protegen de patógenos infecciosos. Juegan un papel muy importante tanto en la inmunidad como en la nutrición. El creciente interés en la función de las bacterias intestinales ha creado un mundo de información para entender sobre muchos temas acerca de nuestra salud.

Existen algunas alteraciones de la microbiota como la disbiosis: es como se denomina a una microbiota dañada en la que pueden penetrar cualquier tipo de patógenos al epitelio intestinal. La teoría de este estudio es que aquí es dónde el coronavirus penetra al epitelio intestinal en las personas con disbiosis y puede ocasionar un aumento de la inflamación al igual que muchos otros síntomas y aumentar la gravedad de la infección.

A veces se puede hasta cruzar el epitelio intestinal e irse directo al sistema circulatorio (sangre) gracias a una condición llamada intestino permeable. Veremos que tienen que ver estas alteraciones con la infección de este virus.

Estudios COVID y microbiota

Según Heenan Stanley Kim, hay estudios que relacionaron alteraciones en la microbiota con el COVID y sus efectos en los síntomas de esta. Se ha demostrado en algunos estudios que las personas con COVID han encontrado menos diversidad bacteriana, y menos microbios saludables que las personas que no tienen COVID. Debido a que el SARS-CoV-2 puede prevalecer en el tracto gastrointestinal, la salud intestinal en el momento de la infección puede ser fundamental para el control y desarrollo de los síntomas.

Se sabe también que los pacientes de edad avanzada o aquellos con ciertas condiciones médicas como la presión arterial alta, diabetes tipo 2 y obesidad, son muy vulnerables a la enfermedad y tienden a ser más propensas a desarrollar COVID severo; y no es coincidencia que en estas condiciones los microbios pro-inflamatorios son muy comunes.

Los pacientes gravemente afectados tienden a presentar SARS-CoV-2 en los tejidos gastrointestinales o tener síntomas gastrointestinales como vómito o diarrea, lo que sugiere que la participación de este virus en el tracto gastrointestinal aumenta la gravedad de la enfermedad.

Tanto la vejez como las condiciones crónicas pueden estar asociadas con una microbiota intestinal alterada que afecta la integridad de la barrera intestinal, y de esta manera que los patógenos tienen más acceso a la superficie de los enterocitos (células intestinales).

Microbiota intestinal y la enzima convertidora de angiotensina II

La enzima convertidora de angiotensina II regula procesos vitales, como la función cardíaca normal, la función óptima de las células beta y la sensibilidad a la insulina. Si estos órganos están dañados o sus funciones esenciales de la ECA2 están bloqueadas por el virus, pueden surgir diversas complicaciones en el organismo.

Encontraron que la abundancia de unas pocas Bacteroides spp (bacterias que viven en el organismo), regulan la expresión de enzima convertidora de angiotensina II en el intestino disminuyendo sus niveles, y se correlaciona con la carga de SARS-CoV-2 en muestras fecales de pacientes.

Este descubrimiento enfatiza la importancia de la relación entre el microbioma intestinal, la expresión de enzima convertidora de angiotensina II y la infección viral. Esto coincide con el hecho de que la enzima convertidora de angiotensina, el receptor del SARS-CoV-2, se expresa no sólo en los pulmones, corazón y el tracto gastrointestinal, sino también en varios otros órganos, incluidos el hígado, los riñones, la vejiga y el cerebro.

Es por eso que muchos pacientes sufren mucho más que otros debido a los síntomas, ya que algunos tienen más protección en su microbiota intestinal que otros.

Microbiota e intestino permeable

Por último, se encontró que las concentraciones plasmáticas de interleucina 6, una glicoproteína secretada por los macrofagos se encuentran drásticamente elevadas y se han asociado con la presencia de ARN del SARS-CoV-2 en el plasma de pacientes críticamente enfermos.

Por lo tanto, hace sentido que los pacientes críticamente enfermos con COVID-19 puedan tener la barrera intestinal rota, también conocida como "intestino permeable" que puede permitir que el SARS-CoV-2 no solo se una a ECA2 en el enterocitos, sino que también salen del tracto GI y entran al torrente sanguíneo, lo que le permite acceder a varios órganos que expresan ECA2 en todo el cuerpo y afectándolos.

Si el SARS-CoV-2 penetra la barrera intestinal, puede causar inflamación debido a respuestas inmunitarias demasiado reactivas; por el contrario, en un tracto gastrointestinal sano esta respuesta proinflamatoria puede bloquearse. Sin embargo, aún no se ha establecido un vínculo entre un intestino permeable, la carga viral plasmática y la disfunción extrapulmonar de múltiples órganos.

Nutrición y estilo de vida

Una vez más nuestros hábitos son los que dirigen el rumbo de nuestra salud, ya sea para bien o para mal. Una dieta saludable con actividad física siempre debe ser parte de la vida diaria de las personas para promover nuestro bienestar y en este caso no es la excepción.

La alimentación y la dieta son vitales para mejorar el sistema inmunológico, la salud de la microbiota intestinal y el metabolismo. Lo importante es escoger de la mejor manera nuestra dieta para tomar en cuenta todos estos factores preventivos.

Las dietas altas en grasas y deficientes en fibras son factores de riesgo para desarrollar disbiosis intestinal. Esto es lo opuesto a lo que queremos, ya que sin duda las bacterias no podrían habitar en un ambiente así.

La dieta correcta es consumir suficiente fibra de alimentos vegetales o plantas, probióticos o alimentos fermentados. Otros factores como el hacer ejercicio y dormir lo suficiente promueven la salud del microbioma.

Conclusiones

Se necesita mucha más información acerca del tema, pero es un buen inicio. Además de que se deberían considerar otros factores como diferentes tipos de ambientes y entornos.

Sin duda esta información de todas maneras nos da una perspectiva importante en cuanto a la salud en general, y ahora sabemos lo importante que es cuidar la microbiota intestinal, nuestra alimentación y nuestros hábitos.


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Referencias

Kim, H. S. (2021). Do an Altered Gut Microbiota and an Associated Leaky Gut Affect

COVID-19 Severity?. Mbio, 12(1). https://mbio.asm.org/content/12/1/e03022-20

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