Ácido Fólico o Metilfolato: ¿Cuál es tu Mejor Opción en Suplementación?

La suplementación de ácido fólico y metilfolato es un tema de creciente interés en el mundo de la salud y la nutrición. Ambos son formas de la vitamina B9 y son esenciales para diversas funciones en el cuerpo. 

Esto incluye la síntesis y reparación del ADN; el mantenimiento del sistema nervioso y cardiovascular; la división y producción celular, así como la formación de glóbulos rojos nuevos. 

Sin embargo, existen diferencias clave entre ambos y saber cuál es el indicado para cada caso tendrá un impacto positivo significativo en el desarrollo de tu salud. Sobre todo porque sus síntomas no son específicos y pueden manifestarse con signos que pasan desapercibidos.

En esta entrada de blog, abordaremos cuáles son las diferencias principales entre el ácido fólico y el metilfolato, para así ayudarte a tomar la decisión más informada sobre lo que tu organismo necesita.

Ácido Fólico: La Forma Sintética

El ácido fólico es la forma sintética de la vitamina B9 que se encuentra comúnmente en los suplementos y alimentos fortificados. Es una forma que el cuerpo debe convertir en una forma activa, llamada metilfolato, antes de poder utilizarla. 

Esta conversión es un proceso que se lleva a cabo en el hígado y requiere la presencia de una enzima llamada metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR), la cual a su vez es codificada por el gen que lleva su nombre. 

No obstante, algunas personas tienen variantes genéticas, también conocidas como polimorfismos, que complican esta conversión y provocan niveles bajos de folato activo, lo cual impide procesar el ácido fólico correctamente a casi el 50% de las mujeres gestantes.

Metilfolato: La Forma Activa

A diferencia del ácido fólico, el metilfolato es la forma activa de la vitamina B9 que puede ser utilizada por el cuerpo inmediatamente y es ideal para quienes no pueden convertir el ácido fólico en metilfolato, ya sea por factores genéticos u otros problemas de salud.

Del mismo modo, el metilfolato es particularmente vital durante el embarazo, ya que el folato es esencial para un desarrollo del sistema nervioso fetal adecuado, puede reducir el riesgo de defectos del tubo neural y refuerza la inmunidad de la madre.

Ventajas del Metilfolato

  1. Mayor biodisponibilidad: Debido a que el metilfolato es la forma activa del ácido fólico, esta ya no requiere conversión y es absorbido directamente por el cuerpo, lo cual también asegura una mayor biodisponibilidad y eficacia.

  2. Es ideal para personas con variaciones genéticas: Quienes presentan mutaciones en el gen MTHFR podrán acceder a los beneficios de la suplementación de metilfolato, podrán rodear el proceso de la conversión del ácido fólico.

  3. Minimiza los posibles efectos secundarios: Algunas personas en la población experimentan efectos secundarios digestivos al tomar ácido fólico directamente, los cuales pueden ser menores y menos comunes al usar el metilfolato.

¿Cómo puedo identificar un buen suplemento de Metilfolato?

Cuando estás buscando un suplemento de metilfolato, es importante asegurarse de que el producto sea de alta calidad y cumpla con ciertos estándares. También es importante revisar que el folato se encuentre en su forma activa, indicado como L-metilfolato o 5-MTHF. 

Normalmente las dosis van ajustadas a las necesidades y condición de salud del paciente, pero se recomienda implementar una dosis mayor a 800 mcg, especialmente para pacientes con variantes del MTHFR.

Elegir entre ácido fólico o metilfolato en la suplementación depende directamente de las necesidades individuales y consideraciones de salud de cada paciente. Si tiene dificultades en la conversión del ácido fólico en su forma activa, el metilfolato puede ser la mejor opción. 

Por otro lado, si el costo es un factor determinante pero el paciente no presenta ningún problema de conversión, el ácido fólico sigue siendo una opción viable y perfectamente segura para estos casos. 

Ante todo, siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente durante el embarazo o si se tiene condiciones médicas específicas, para determinar cuál es la opción más adecuada para el paciente.

 

Referencias:

  1. Ulrich, C. M., & Potter, J. D. (2006). Folate supplementation: too much of a good thing?. Cancer Epidemiology Biomarkers & Prevention, 15(2), 189-193.

  2. Henderson, A. M., Aleliunas, R. E., Loh, S. P., Khor, G. L., Harvey-Leeson, S., Glier, M. B., ... & Devlin, A. M. (2018). L-5-methyltetrahydrofolate supplementation increases blood folate concentrations to a greater extent than folic acid supplementation in Malaysian women. The Journal of nutrition, 148(6), 885-890.

  3. Lamers, Y., Prinz-Langenohl, R., Moser, R., & Pietrzik, K. (2004). Supplementation with [6 S]-5-methyltetrahydrofolate or folic acid equally reduces plasma total homocysteine concentrations in healthy women. The American journal of clinical nutrition, 79(3), 473-478.

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