5 beneficios del CBD a la salud

Históricamente, el cannabis o Cannabis sativa, también conocida como cáñamo o marihuana, es la planta que más se ha utilizado desde hace 6000 años con motivos medicinales, espirituales y recreativas, esta planta contiene el Cannabidiol (CBD) siendo el segundo compuesto cannabinoide más abundante en C. sativa, no solo posee beneficios médicos, sino que a pesar de ser una sustancia estupefaciente no es psicoactiva. Algunos de los beneficios a la salud del CBD son como analgésico, antiinflamatorio, tratamiento de los trastornos depresivos, antienvejecimiento, antioxidante, antipsicótico, antiepiléptico. Incluso ayudan a mejorar la salud de nuestras mascotas.


Cannabis sativa:

C. sativa es una especie vegetal anual, perteneciente a la familia Cannabaceae, que se puede utilizar casi en su totalidad, ya que podemos obtener fibras textiles, combustible y nutrientes, y también se utiliza por los beneficios a la salud que nos ofrece. La planta ha pasado de la recolección al cultivo e incluso nos preguntamos si este fue el primer ejemplo de domesticación.

Conforme pasó el tiempo, se perfeccionó la explotación de la planta a través del cultivo, en China, los primeros botánicos chinos, se describió la presencia de plantas masculinas y femeninas en esta especie. La introducción de cannabis en América se debió a los españoles, portugueses, ingleses y franceses; y con el paso del tiempo Centro-América tuvo una mayor profusión. Aunque C. sativa se ha cultivado y utilizado durante mucho tiempo, es que en años recientes ha habido un gran interés en sus usos medicinales (Ángeles López et al., 2014).

Esta especie vegetal crece en regiones templadas y subtropicales del mundo, la germinación de las semillas comienza en primavera, su etapa de crecimiento es durante mediados del verano hasta que florecen y su cosecha es durante principios de otoño. C. sativa contiene canabinoides, terpenos, flavonoides, alcaloides, lignanamidas, entre otras; los primeros, los cannabinoides, son el compuesto más abundante y que es exclusiva de esta especie.

El cáñamo se sintetiza y acumula como ácido de canabinoideo, y solo durante el secado y el almacenamiento el ácido es que se descarboxila gradualmente a su forma final, como el Δ9 -tetrahidrocanabinol (THC) o el CBD (Ángeles López et al., 2014). Otros tipos de cannabinoides que contiene C. sativa son: cannabigerol (CBG), cannabicromeno (CBC), cannabinodiol (CBND), cannabielsoína (CBE), cannabiciclol (CBL), cannabinol (CBN), cannabitriol (CBT).

¿Cómo funciona el CBD?

El Citocromo P450 (CYP-450) es una familia de homoproteínas (que están conformadas solo por aminoácidos) que tienen como función metabolizar xenobióticos, es decir que son enzimas encargadas de transformar sustancias extrañas a nuestro organismo hasta ser eliminadas, estas sustancias pueden ser: fármacos, pesticidas, esteroides y alcaloides; así como también metaboliza otras sustancias que son producidas por nuestro organismo (Jaimes-Santoyo et al., 2014).

Particularmente el CBD es metabolizado en el hígado por CYP2C19 Y CYP3A. La actividad de CYP para metabolizar xenobióticos es determinada por factores como sexo, dieta, actividad física, edad, estado hormonal y tratamiento con medicamentos. Los receptores cannabinoides tipo 1 y 2 (CB1 y CB2) componen al sistema endocannabinoide, así como proteínas transportadoras y enzimas que producen y degradan los endocannabinoides.

Este sistema participa en la regulación de muchas funciones corporales, incluido el metabolismo, la conducta alimentaria, el estado de ánimo, la ansiedad, percepción y regulación del dolor. Los receptores CB1 son más frecuentes en todo el cuerpo, con una predisposición particular a las regiones receptoras en el sistema nervioso central y la médula espinal, mientras que los receptores CB2 son más prominentes en los tejidos linfáticos e inmunes (Boyaji et al., 2020).

¿Qué es el sistema endocannabinoide?

El sistema endocannabinoide incluye receptores de cannabinoides y endocannabinoides que interactúan de la misma manera que una llave y una cerradura. Los receptores de cannabinoides son proteínas de membrana celular que actúan como un bloqueo endocannabinoide, los ligandos endógenos lipídicos son creados por diferentes células corporales, que actúan como receptores de unión clave perfectos.

Esta activación crea modificaciones en la célula que fluye a la acción final del sistema endocannabinoide sobre los procesos fisiológicos del cuerpo. Los sistemas endocannabinoides están relacionados con muchos procesos fisiológicos (por ejemplo, la preparación de neurotransmisores, regulando el dolor en el dolor y la función cardiovascular, digestiva y hepática) que explicaremos con algo más detallado en este artículo (Fundación CANNA, 2020).

Los dos receptores principales que componen el sistema endocannabinoide son los receptores cannabinoides CB-1 y CB-2. También se reconoció recientemente que el receptor GPR55 podría considerarse como un tercer receptor con actividad cannabinoide. Todos estos receptores son proteínas transmembrana capaces de transmitir señales extracelulares al interior de la célula (Fundación CANNA, 2020).

El receptor CB-1 es el receptor metabólico más abundante en el cerebro y se ha caracterizado su amplia distribución en humanos. Los receptores CB-1 se expresan sobre todo en el hipocampo, los ganglios basales, la corteza cerebral y el cerebelo.

Los receptores CB-1 también se expresan en muchos órganos periféricos; por lo tanto, se encuentran en células grasas, hígado, pulmón, músculo liso, tracto gastrointestinal, células beta pancreáticas, órganos reproductores, sistema inmunológico, nervios sensoriales periféricos y nervios simpáticos. Este receptor esta muy relacionado con la memoria, el aprendizaje y el efecto anticonvulsionante; además están relacionados con los efectos psicoactivos de C. sativa, por lo que tiene una gran afinidad con el THC (Kratz & Garcia de Palau, 2018).

El receptor CB2 se encuentra en estructuras pertenecientes al sistema inmunitario como son los linfocitos B y T, monocitos, macrófagos, mastocitos, granulocitos, células gliales (mantiene la autorregulación de la comunicación de las células) y bazo (responsable de iniciar la respuesta inmune, almacenar nutrientes y filtrar la sangre). Solo una pequeña proporción está presente en células pertenecientes de otros tejidos y órganos como corazón, hígado y páncreas. A diferencia de los receptores CB1, los CB2 no están relacionados con los efectos psicoactivos del cannabis, sino que son responsables de propiedades inmunomoduladoras, es decir, que pueden estimular o disminuir la respuesta inmune; por lo que tiene una mayor afinidad con el cannabidiol (Kratz & Garcia de Palau, 2018).

¿Por qué el CBD más seguro que el THC?

El THC es el principal componente psicoactivo de la planta, las sustancias psicoactivas afectan la actividad mental alterando la percepción. Clínicamente es útil para aliviar dolores moderados por sus efectos analgésicos además de proteger al sistema nervioso de procesos neurodegenerativos. El Δ-9-tetrahidrocannabinol imita la acción de la anandamida, un neurotransmisor natural del cuerpo.

Varios estudios han sugerido los posibles efectos beneficiosos del THC en la enfermedad de Alzheimer, lo que sugiere que el THC puede reducir la actividad de la acetilcolinesterasa (enzima que degrada a acetilcolina, un neurotransmisor que está encargado de la comunicación entre células), mejorar la conversión colinérgica (vía capaz de producir, liberar o alterar el neurotransmisor acetilcolina) y prevenir la progresión de la enfermedad. demostró que los fumadores de cannabis con una proporción alta de CBD / THC tenían menos probabilidades de desarrollar síntomas de esquizofrenia.

Este hecho fue confirmado por pruebas psicométricas, en las que los participantes perdieron la intensidad de los efectos psicóticos cuando se administró THC junto con CBD, este último mejora las propiedades de TCH (Soria, 2018).

Beneficios en la salud del CBD:

  1. Mejora del sueño. El CBD puede regular los ciclos de sueño, resultando en que podamos dormir de forma más profunda y relajada. En un estudio realizado en humanos, se encontró que los individuos a los que se les suministró CBD durmieron durante más tiempo que aquellos individuos que recibieron el placebo (Mechoulam et al., 2007). Lo que hace el CBD es inhibir a la enzima hidrolasa de amidas de ácidos grasos (FAAH), esta proteína tiene la función de degradar a la anandamida, un cannabinoide endógeno involucrado en la modulación del sueño (Suraev et al., 2020).

  2. Reduce el estrés oxidativo. Se ha encontrado que el CBD es un poderoso antioxidante, ya que reduce el daño oxidativo inducido por hidroperóxido (H2O2), por lo que podría tener un papel importante para el tratamiento de enfermedades neurológicas oxidativas, por lo que reduce el daño a nivel molecular protegiendo las estructuras proteicas. Impide que las reacciones radicales, capturo o transforma los radicales libre en formas menos activas (Mechoulam et al., 2007).

  3. Analgésico y antiinflamatorio. Debido a que el CBD es un modulador del receptor CB2 se ha encontrado que tiene la propiedad de disminuir el dolor y la inflamación, ya que, si recordamos, el receptor CB2 se encuentra en estructuras del sistema inmune, por lo que regulan los procesos del dolor e inflamación. El CBD ha sido utilizado para tratar el dolor crónico, en donde demostró que contribuye en la disminución del dolor presentado, por ejemplo, durante etapas avanzadas de cancer (Boyaji et al., 2020).

  4. Neuroprotector. La propiedad neuroprotectora del CBD se atribuye a que incrementa el flujo sanguíneo cerebral a través del receptor de serotonina 5-HT1A, su activación se ha relacionado en el mecanismo de acción de medicamentos antidepresivos y ansiolíticos. Además, también se relaciona con su capacidad antioxidante, ya que el desarrollo de las enfermedades neurodegenerativos se ha comprobado que uno de los factores es el estrés oxidativo (Mechoulam et al., 2007).

  5. Cuidado de la piel. Nuestra piel también posee el sistema endocannabinoide, por lo que los receptores CB1 y CB2 se unen con la anandamida endógena para llevar a cabo el cuidado de la piel, sin embargo, en caso de necesitar un aumento de las cantidades de anandamida no es fácil de lograrse. Es por esto por lo que el uso de CBD nos ayuda a realizar un mantenimiento de la homeostasis, la formación de una barrera protectora y la regeneración de la piel. Si el sistema cannabinoide cutaneo se ve alterado se ha visto involucrado con padecimientos de la piel como: acne, trastornos de la pigmentación, psoriasis (sarpullido escamoso no infeccioso), esclerodermia (estiramiento y endurecimiento crónico de la piel), etc. (Sivak, 2020).

Conclusión:

El uso de los compuestos cannabinoides ha sido controversial desde que se produjo una disminución de su uso, y del estudio de sus propiedades medicinales, con la aparición de fármacos y de sustancias nocivas más fuertes. Sin embargo, en años recientes los estudios realizados para conocer más sobre estos compuestos, particularmente el CBD, se han visto en aumento y se han comprobado solo algunas de sus propiedades medicinales, e incluso muchas más se encuentran aún en estudio. El uso de CBD es seguro siempre y cuando sea suministrado bajo la supervisión de un profesional de la salud, de esta forma sacaremos total provecho de sus múltiples beneficios a la salud.

Referencias:

Ángeles López, G. E., Brindis, F., Cristians Niizawa, S., & Ventura Martínez, R.

(2014). Cannabis sativa L., una planta singular. Revista mexicana de ciencias farmacéuticas, 45(4), 1-6. Boyaji, S., Merkow, J., Elman, R. N. M., Kaye, A. D., Yong, R. J., & Urman, R. D.

(2020). The role of cannabidiol (CBD) in chronic pain management: an assessment of current evidence. Current pain and headache reports, 24(2), 1-6. Fundacion CANNA. (2020). El sistema endocannabinoide. Recuperado de: https://www.fundacion-canna.es/sistema-endocannabinoide

Gual, A., & López Pelayo, H. (2021). Todo lo que debemos saber sobre el cannabidiol. The Conversation, 2021.

Jaimes-Santoyo, J., de Montesinos-Sampedro, A., Barbosa-Cobos, R. E., Moreno- Mutio, S. G., Rodríguez-Ballesteros, D., Ramos-Cervantes, T., Ocharán- Hernández, M. E., Toscano-Garlbay, J., & Beltrán-Ramírez, O. (2014). El Citocromo P-450. Revista del Hospital Juárez de México, 81(4), 250-256.

Kratz, J. W., & Garcia de Palau, M. (2018). Manual sobre cannabis medicinal: Formación en el uso profesional y responsable de cannabinoides y terpenos. Kalapa Clinic.

Kulkarni, A. (2021). CBD FOR DOGS & CATS: CAN IT HELP? DECEMBER 2021. Recuperado de: https://cbdnerds.com/conditions/cbd-for-pets-guide/

Mechoulam, R., Peters, M., Murillo-Rodriguez, E., & Hanuš, L. O. (2007). Cannabidiol – Recent Advances. Chemistry & Biodiversity, 4(8), 1678–1692.

Morales, P., & Reggio, P. H. (2019). CBD: a new hope? ACS Med. Chem. Lett., 10, 694−695.

Sivak, H. (2020). ¿A tu piel le importa el cannabidiol (CBD)? Recuperado de: https://hannahsivak.com/blog/a-tu-piel-le-importa-el-cannabidiol-cbd/

Soria, N. E. L. (2018). Aspectos químicos y farmacológicos de los componentes de Cannabis sativa “marihuana”. UCV-Scientia, 163-163.

Suraev, A., Grunstein, R. R., Marshall, N. S., D'Rozario, A. L., Gordon, C. J., Bartlett, D. J., Wong, K., Yee, B. J., Vandrey, R., Irwin, C., Arnold, J. c., McGregor, I.S., & Hoyos, C. M. (2020). Cannabidiol (CBD) and Δ9-tetrahydrocannabinol (THC) for chronic insomnia disorder (‘CANSLEEP’trial): protocol for a randomised, placebo-controlled, double-blinded, proof-of-concept trial. BMJ open, 10(5), e034421.

Anterior
Anterior

¿Qué es la medicina funcional?

Siguiente
Siguiente

¿Qué significan las sensibilidades a alimentos?