Todo lo que debes saber sobre tu potencial genético
Se sabe que no podemos cambiar nuestros genes, pero sí podemos cambiar nuestros hábitos saludables para mejorar nuestra salud.
Antes creíamos que los genes con los que nacíamos determinaban la vida que llevábamos, sin embargo hoy sabemos que se puede cambiar por medio de la epigenética y mejorar la expresión. La epigenética es una nueva ciencia emergente que ha llegado para cambiar nuestras vidas.
El sufijo “Epi” significa sobre, es decir, sobre la genética; significa que tiene control sobre la genética. El ambiente y nuestra percepción de él es lo que controla nuestros genes.
La expresión de tus genes dependen de tu estilo de vida y medio ambiente, pueden tener una expresión positiva o negativa en tu salud dependiendo de estos dos factores. Te compartimos información valiosa que puedes aplicar para mejorar tu potencial genético.
¿Cómo sé si mis genes necesitan mi ayuda?
Para empezar, debes saber por qué es necesario cuidar de tu expresión genética. Existen varios síntomas que nos dicen cuando nuestros genes se están expresando de manera negativa. Considera los siguientes:
1. Me siento irritable con cambios de humor fuertes
2. Me siento cansado y tengo bajos niveles de energía durante el día.
3. Siento antojos por alimentos dulces a pesar de sentirme satisfecho
4. Siento que tengo falta de memoria con cosas simples
5. Siento dolores de cabeza o migraña frecuentemente
6. Padezco de insomnio
7. Me siento muy emocional durante días.
8. Padezco de estreñimiento o gas a nivel intestinal.
Todos estos síntomas son señales de que nuestros genes necesitan ayuda y de que están alterados por factores importantes de nuestro estilo de vida y ambiente. Tener estos síntomas en nuestra vida diaria deteriora nuestra calidad de vida y nuestro bienestar.
Alteradores genéticos:
Como mencionamos anteriormente, algunos factores que alteran nuestros genes negativamente son nuestros malos hábitos. Te presentamos algunos que no conocías:
1) Nutrición deficiente: El no consumir suficientes alimentos con densidad nutricional o variedad en la dieta que cumpla con los requisitos diarios puede afectar a la expresión genética. También el consumo de alimentos altamente procesados puede llevar a desencadenar una expresión genética negativa.
2) Falta de ejercicio: El ejercicio es uno de los mayores reguladores de genes ya que tienen influencia en la metilación y modificación de histonas.
3) Deshidratación: Nuestro cuerpo es 60% agua, nuestras células necesitan agua y nuestros tejidos como órganos o músculos también. Es por esto que el agua es importantísima para la expresión de nuestros genes.
4) Poco sueño: Esto no lo sabías pero nuestros genes también son influenciados por nuestro descanso, el sueño se encarga de reparar absolutamente todo nuestro metabolismo y cuerpo. Si no se duerme suficiente puede que nuestra expresión genética compense y aumente el estrés, dolores de cabeza, humor irritable, etc.
5) Toxinas del medio ambiente: Existen muchos químicos en el aire que pueden ser tóxicos para nuestro cuerpo, esto altera nuestros genes y hace modificaciones que pueden llevar a su expresión negativa.
6) Estrés: Los altos niveles de estrés pueden llevarnos a desencadenar una serie de expresiones genéticas que pueden afectar negativamente a nuestra salud, muchas enfermedades son ocasionadas por este estrés.
¿Qué debo comer para mejorar mi epigenética?
Ahora sabemos lo importante que es tener hábitos saludables para nuestro bienestar y epigenética. Uno de esos hábitos saludables es la alimentación, y aquí te mencionamos cómo puedes influenciar tu expresión genética positivamente con tus alimentos.
Carbohidratos: Debemos balancear nuestra ingesta de carbohidratos y reducir azúcares refinados es prioridad. Esto es importante ya que al consumir exceso de carbohidratos puede afectar negativamente al intestino al igual que a nuestra epigenética.
Proteínas: Se recomienda incrementar la ingesta proteica para obtener suficiente cantidad de aminoácidos esenciales ya que ayudan a la producción de neurotransmisores y enzimas. Se pueden obtener más fácilmente de alimentos de origen animal, pero también por vegetales en menores cantidades. Un balance de estos dos es lo ideal para nuestra dieta.
Grasas: Consumir grasas de fuentes saludables como pescado, nueces, aguacate y aceite de oliva extra virgen. Esto debido a que son ricos en ácidos grasos esenciales que benefician a nuestros genes apoyándolos en muchos procesos metabólicos.
Vitaminas y minerales: Se deben obtener suficientes vitaminas, pero más importante del complejo B como la B12 y folato ya que ayudan a la metilación y síntesis de ADN. También se ha demostrado que los minerales como zinc y selenio son muy importantes para la producción de enzimas que sintetizan proteínas. Todo estos lineamientos nutricionales benefician a nuestro potencial genético y a nuestro bienestar.
Conclusiones
Como ya vimos, podemos empezar a mejorar nuestra epigenética por medio de nuestros hábitos, es tiempo de conocer nuestro potencial genético.
Mejorar nuestra alimentación, ejercicio, sueño, hidratación, y cuidarnos de radiaciones y toxinas es lo que puede llevarnos a esto.
Recuerda que tus genes no determinan tu destino, tú puedes ayudarte a reescribirlo. Por medio de toda esta información, esperamos puedas mejorar tu expresión genética y tu bienestar.
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